Cada vez que oigo tu nombre un escalofrío recorre mi espalda, el sudor aparece, mi corazón se acelera y mi respiración también. Cada vez que oigo tu nombre, te siento cerca, muy cerca, tanto que incluso puedo oler tu colonia, oír tu voz. Soy incapaz a estas alturas de sacarte de mi vida, solamente por todos esos millones de besos que me has dado, por todas esas sonrisas tan necesitadas y esperadas, por todos aquellos enfados. Me he fijado tantas veces en tu cuerpo que se perfectamente donde tienes lunares, donde están tus heridas y tus cicatrices cuándo cómo y por qué se hicieron, también sé el sitio especial que tengo que tocar para hacerte reír. Y si, soy yo la que no tiene cojones a decirte que no a todo, porque tengo más deudas con tu espalda, que mas deudas tiene un poeta con la luna, seré una celosa, pero es que te quiero solamente para mí, sabes que le declararía la guerra a quien nos separase. me haces feliz con cada palabra que mee dices, te quiero.
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